Ermita
El conjunto edificatorio de la Ermita de Pinilla, obra de los siglos XVII y XVIII, cuenta con un interesante artesonado mudéjar del siglo XVI y bóvedas barrocas de decoración geométrica hacia la cabecera. Su conjunto urbano conserva además una arquitectura popular.
El edificio no tiene una unidad de estilos perfectamente definidos ni existen datos documentados de los orígenes e historia de esta iglesia y aunque su construcción es rústicamente arcaizante, sus elementos dejan ver claramente sus orígenes mudéjares.
El exterior del edificio tiene aspecto rural y arcaizante, sobre todo por el ábside, parte sin duda más antigua de la Iglesia. Sus orígenes son mudéjares y los muros de mampostería con las esquinas y verdugadas de ladrillo, típicas del mudéjar toledano. Cubrición a dos aguas con teja árabe sobre tablazón de madera policromada.
La estructura primitiva de la cubierta, elemento más valioso y representativo, es una armadura de par e hilera en madera policromada, decorada con lacerías, espigas, escudos heráldicos de la época y rosetones en la tablazón. Todo este artesonado primitivo es del Siglo XIV, con influencia almohade.
El interior del templo es barroco, tanto en su concepción espacial, como por su ornamentación. Consta de una sola nave dividida en cuatro tramos separados por arcos fajones, con forma no muy definida y algo apuntados, que van estrechándose (acortando su luz) a medida que se acerca al ábside, generándose así un espacio único, dinámico, reflejando el concepto barroco del espacio en que los muros dejan de ser rectilíneos, y sus tramos dejan de ser rectangulares. Este tipo de planta, ofrece al espectador planos oblicuos y crean movimiento, juegos de luz y sensación de perspectiva y profundidad.
Cada tramo se cubre con bóveda de cañón con lunetos y pinjantes. Estas bóvedas parecen ser de los siglos XVI y XVII, aunque puede haber fluctuaciones para determinar la fecha de la cubrición, pues se hizo varios siglos después de la armadura de madera que se policromó utilizándose el templo así cubierto durante mucho tiempo.
El presbiterio se cierra con una cancela de madera con balaustres torneados, y se cubre con una bóveda de medio cañón de yesería y escayola.
La capilla mayor se cubre con bóveda avenerada de ladrillo pintado de rojo y azul oscuro. El altar mayor está formado por un buen retablo barroco con estípites muy cargado de exornación y rematado por un sol de grandes proporciones. Adosados a los paños laterales se encuentran sendos retablos más pequeños con estípites y columnas salomónicas.
Colindando con la nave, a ambos lados, hay otras estancias o dependencias, que fueron agregándose paralelamente al uso que le fue dando al edificio, parecen, no obstante, ser de finales del Siglo XVII ó XVIII, ya que forma un mismo cuerpo lateral con las portadas. Estas dependencias son:
- Sala museo etnológico.
- Sala comedor de usos múltiples con cocina adosada y sobre ella un pequeño estudio o sala archivo de materiales.
- Sala o dependencia como posible dormitorio de hombres.
- Sala o dependencia como posible dormitorio de mujeres.
- Aseos.
- Almacén.
- Sacristía.
Todo ello rodeado de una zona verde casi 5.000 m2.
La portada sur de ingreso al templo es la principal y se halla estructurada en dos cuerpos. El primero lo forma un dintel franqueado por polastras que sostienen un entablamento sencillo, de cuya imposta nace el segundo cuerpo, formado por una hornacina de copete avenerado, donde se aloja una pequeña talla en piedra de la Virgen, hoy decapitada, enmarcada por pilastrillas con aletones y rematada por un frontón partido con adornos muy barrocos, en cuyo centro circunscrito entre dos rocallas, resalta el anagrama mariano. Toda la portada Sur, es muy posterior a los orígenes de la fábrica, quizás del XVII-XVIII.
La portada norte, es más sencilla, con un estilo menos evolucionado y más antigua que la anteriormente descrita.
La puerta está enmarcada por dos pilastras que sujetan un pequeño entablamento rematado con una imposta en cuyo centro vuelve a aparecer el anagrama de la Virgen con una corona.